lunes, 15 de noviembre de 2010

LA GUADUA EN LA CONSTRUCION


La guadua en la construcción se puede usar para desarrollar casas, hoteles y diferentes volúmenes arquitectónicos. Accesorios decorativos y carpintería. Algunos proyectos de vivienda desarrollados con este material.

La utilización de la guadua es tan antiguo que, según el libro ‘Nuevas técnicas de construcción en Bambú’ (1978), en Ecuador se han encontrado improntas de bambú en construcciones que se estima tienen 9.500 años de antigüedad.
Puentes colgantes y atirantados de impresionante precisión de ingeniería, poderosas embarcaciones así como flautas, quenas y marimbas, fueron realizados por los Incas con este recurso durante la época de preconquista, y después de ella durante la colonia, la especie fue la encargada de proteger indios y hasta pequeños pueblos del asedio de los españoles escondiéndolos tras sus espesuras.

Alexander von Humboldt junto con Amadeo Bonpland el año de 1806 vieron esta planta en Colombia y la llamaron Bambusa guadua, luego en 1822 fue clasificada por Carl Sigismund como Guadua angustifolia. Se considera como una de las plantas nativas más representativas de los bosques  andinos.
Este recurso se utilizaba ya desde épocas remotas por parte de los primitivos pobladores de los Andes, y actualmente sigue siendo usada, especialmente en la región centro occidental de Colombia.
No se sabe a ciencia cierta el origen de la palabra guadua, aunque ciertos especialistas creen que podría ser venezolano. Estas versiones emergen de las variantes “Guadúas”, “Guaja” con las cuales se conoce esta planta en ese país.

Desde las zonas tropicales de México hasta el sur en Argentina, exceptuando Chile y las Islas del caribe, la guadua crece en todos los países de América Latina y en buena parte de los países asiáticos. En Argentina el género Guadua se ve representado por G. chacoensisG. triniiG. ramossisima y G. paraguayensis. El término tacuara se usa en el Río de la Plata para nombrar cañas de origen asiático, como Phyllostachys áurea.
Colombia, Ecuador y Panamá son los países en América que registran mayor tradición de utilización de la guadua, de hecho en estas zonas existieron las mayores extensiones de la especie en el continente.
En Colombia la guadua ha sido sometida a grandes presiones deforestadoras; de extensas áreas existentes ha pasado a pequeñas manchas boscosas ubicadas en las orillas de los ríos y en los bosques húmedos de las laderas de montaña, especialmente en los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas, Tolima, Valle del Cauca, Cundinamarca y los Santanderes.
En la conquista española y, mucho después, la colonización Antioqueña al viejo Caldas, la guadua fue un importante material empleado en la construcción de sus casas, de los utensilios caseros, herramientas de caza, ganadería y agricultura y hasta los acueductos.

La Guadua es una gramínea nativa, de amplia distribución en América, donde ha cumplido un importante papel ambiental, cultural y económico.  En Colombia se le encuentra ampliamente dispersa, conformando rodales casi puros que cumplen indiscutible efecto protector sobre el suelo y las aguas, contribuyendo a su recuperación y conservación.
Desde principio del año 1960 las Corporaciones autónomas regionales de Colombia han visto el gran potencial de esta especie, motivados en sus múltiples usos, la cotidianidad de la gente para con ella y los enormes beneficios que representa y aporta al ambiente.  No obstante, la expansión de la frontera agrícola, las actividades humanas no planificadas y su uso antitetánico propiciaron la disminución de sus áreas al punto que en el país persisten solamente 40.000 hectáreas.
Producto de lo anterior, en los últimos años el gobierno nacional, las corporaciones autónomas por intermedio del interés de técnicos ha investigado y generado tecnologías básicas sobre la reproducción, propagación, manejo silvicultura de bosques naturales y plantados y el aprovechamiento sostenido de la guadua, con el objetivo de perpetuar la especie, contribuir al equilibrio ambiental, generar la producción de materias primas para soluciones comunitarias con desarrollo sostenible y recuperarle a la guadua el espacio en el contexto nacional e internacional.
LA GUADUA EN COLOMBIA

La guadua en Colombia fue fundamental en la colonización, contribuyendo con sus versátiles propiedades a agilizar el proceso de poblamiento de comunidades emigrantes que establecieron pueblos y ciudades que hoy constituyen orgullo para Colombia. Fueron entonces, primero los colonizadores y luego nuestros campesinos y maestros de la construcción los encargados de darle a la guadua “La Importancia” que se merece dependiendo su valor de la aplicabilidad y el espacio físico donde esta se realice.  Una vez recopiladas las experiencias sobre la guadua, se ha determinado de manera clara su importancia ambiental, sociocultural  y económica.


La Guadua es una de las 500 especies conocidas de las Bambuseas, que crecen en todos los continentes, excepto en Europa. El 90 % de ellas se encuentran en Asia y América. El género americano “guadua” comprende cerca de 20 especies. En Colombia existen las especies:
 Guadua angustifolia y guadua latifolia. De la guadua angustifolia, que es la de más usos, se conocen en el Antiguo Caldas las variedades: guadua macana, guadua cebolla y guadua rayada. La guadua macana es la más empleada en la construcción, pues tiene las paredes más gruesas.

En Colombia la guadua se ha empleado en Caldas y en la zona cafetera , en la construcción de edificaciones en el medio rural y urbano. Un porcentaje impòrtante de las edificaciones antiguas de ciudades como Manizales, aún existentes, han sido construidas en bahareque, que en general es una estructura de paneles de guadua y madera, con rellenos de barro (las más antiguas) y con recubrimientos laterales de esterilla de guadua, recubiertas con boñiga y barro  en algunos caso revocados con morteros de cemento (las más modernas) o cubiertas con láminas de latón. También es usada en construcción de galpones, instalaciones para beneficio del café.

Las construcciones de bahareque son excelentes para soportar los terremotos, tan abundantes en la región, el origen del bahareque en Caldas a raíz de los temblores de finales del siglo XIX que destruyeron las construcciones de tapia pisada, que los colonizadores antioqueños habían introducido en los inicios de nuestras ciudades. El denominado “estilo temblorero” surgió como un estilo constructivo que permitió que las construcciones fueran inmunes a los temblores. Este estilo se desarrolló en Manizales y se extendió hacia las poblaciones vecinas, no solo en la construcción de vivienda, sino en construcciones mayores tales como iglesias, escuelas. Del revoque primitivo de «boñiga», se pasó al recubrimiento con láminas de latón y al encementado. El bahareque permitió construir en todas partes casas que podían tener uno o dos pisos de frente y cuatro o cinco hacia el abismo, aún existentes.

En la construcción contemporánea la guadua se emplea ampliamente como material auxiliar en la fabricación de formaletas, aligeramiento de losas (casetones), en muebles, bancas, cercas, corrales para animales, y modernamente en utensilios y artefactos de gran valor artístico y económico.













Las construcciones en guadua, a pesar de que durante el siglo XX han permitido la satisfacción de las necesidades de vivienda, con la flexibilidad de modificación y ampliación para atender el crecimiento de la familia, han terminado con una mala imagen, por su vinculación a barrios de invasión y “tugurios”. Se añaden además, la falta de un uso más técnico de ella como material y de unos procedimientos de diseño arquitectónico que aprovechen sus cualidades como material.


Los ejemplos de proyectos técnicamente realizados muestran las bondades de la guadua, por su menor costo, posibilidad de integrar mano de obra de los habitantes y adaptación a las condiciones topográficas de grandes pendientes transversales, con pesos reducidos en comparación con las construcciones de mampostería, y excelente comportamiento de los sistemas estructurales de bahareque en los terremotos.

Con el fin de lograr mejores construcciones en guadua y mejores detalles de las uniones ver el “Manual de Construcción con Bambú”, Editores Técnicos Colombianos, Bogotá, 1981.

Existen muchos profesionales del ramo de la construcción que ha estudiado las formas y los procesos constructivos adaptables a la guadua y ha realizado múltiples construcciones en las que se rescatan los valores estéticos y estructurales de la guadua. Sus uniones con elementos múltiples y pernos, con mortero entre los nudos, también se utilizan troncos de aliso para lograr estructuras resistentes.

Con el fin de hacer contrucciones más técnicas, es preciso contar con esfuerzos de diseño y sistemas de uniones que puedan ser previsibles y que permitan usar en gran medida la capacidad de la guadua mostrada en los resultados de los ensayos. Igualmente, es necesario que se establezca una comunicación más íntima entre los especialistas que trabajan en los laboratorios y los ingenieros y profesionales que usan la guadua en la construcción, para cerrar la brecha tecnológica que existe en su uso como material estructural, plagado de empirismo.




MANTENIMIENTO Y MEJORAMIENTO DE LA GUADUA
El aprovechamiento es una práctica silvicultural de mantenimiento y mejoramiento del guadual. Puede definirse como una práctica silvicultural que procura crear condiciones favorables en el guadual, lo que implica el mejoramiento de la regeneración natural y de la composición estructural, que aseguran el máximo rendimiento sostenible. El aprovechamiento no solo pretende obtener los máximos ingresos posibles del recurso.
En los bosques de guadua, el proceso de sucesión, se puede considerar como progresivo cuando su manejo muestra el guadual en equilibrio biológico, contrario cuando se produce alguna alteración o deterioro en su estructura, producto de una intervención natural o artificial caso en el cual se considera que el guadual comienza a presentar una sucesión regresiva, lo cual puede ocasionar su completa desaparición.
Para evitar lo anterior es necesario conocer y diferenciar todos y cada uno de los elementos que conforman el guadual. Su conocimiento permite aprovechamientos técnicos, además de conocer su dinámica dentro del proceso de productividad del guadual.
Entre las causas que ocasionan la llamada sucesión regresiva del guadual está el no manejo, ya que si los guaduales no se aprovechan tienden a degradarse por exceso de individuos en determinado momento y/o por disminución de la actividad biológica o dinámica del guadual.
Por lo expuesto anteriormente los guaduales deben intervenirse periódicamente para regular el espacio vital de sus individuos y para favorecer una mayor aparición de rebrotes o renuevos. En Colombia, se han realizado investigaciones sobre aprovechamientos técnicos debido a que la gran mayoría de bosques se encuentran muy densos por falta de manejo, o muy intervenidos por una explotación antitécnica.
Es necesario determinar para cada sitio, el ciclo de corte o periodo de corte a transcurrir entre un aprovechamiento y otro, y la intensidad de corte, o sea la cantidad y clase de individuos a extraer en cada ocasión, siendo esto lo que constituye propiamente el Plan de manejo técnico de un guadual.
Con el aprovechamiento técnico se busca obtener un equilibrio en el bosque, en el ambiente y que a través de él, se obtengan ingresos según el manejo sostenible del recurso.
Los planes de manejo se basan casi exclusivamente en el número de guaduas adultas o “hechas” que reporte el inventario de existencia, es decir, la importancia del rodal se limita al número de guaduas aprovechables.
Los aprovechamientos comerciales se basan principalmente en el sistema de entresaca determinando la cantidad de tallos en porcentajes de acuerdo al estado de cada guadual y la edad de corte, planteándose como la ideal, cuando la guadua cambia de color, pues se pasa de verde a amarillo, siendo invadida por líquenes que le dan la tonalidad ceniza, blancuzca o “rucia”, produciéndose esta coloración aproximadamente a los 5 o 6 años de edad del tallo.
Para conocer el aprovechamiento, es necesario conocer una serie de conceptos técnicos que ayudaran a hacer aprovechamientos más racionales.

Tiempo de pausa o de paso

Hace referencia al tiempo que permanece la guadua en determinada fase vegetativa, antes de pasar a una fase inmediatamente superior.
Los aprovechamientos técnicos se basan en la extracción de un porcentaje determinado de guaduas maduras o "hechas" únicamente, lo que implica conocer muy bien las fases de desarrollo de un guadual, fácilmente distinguibles a nivel de campo, a saber:
  • Rebrote o Renuevo: esta primera fase de desarrollo del guadual comprende desde la aparición del rebrote hasta cuando llega a su máxima altura, sin presencia de ramas apicales o superiores; a veces aparecen ramas basales o ganchos. En esta fase el tallo siempre está cubierto por hojas caulinares o "capachos" tanto en su parte basal o bajera, como en su parte apical o superior. Los entrenudos son de color verde intenso y presentan dos bandas blancas en cada nudo, llamadas bandas nodales, compuestas de pubescencia(pelusa). Los rebrotes nunca se deben cortar.
  • Guadua Juvenil o "Biche": en esta fase, el tallo elimina todas sus hojas caulinares de su parte superior y conserva las basales. Hay presencia de ramas apicales y crece gradualmente el follaje de la planta. Los entrenudos son de color verde intenso y las bandas nodales se siguen apreciando claramente. Los tallos en esta fase tampoco se deben cortar.
  • Guadua Adulta, Madura, o "hecha": el tallo se cubre de manchas liquenosas, se atenúan las bandas nodales y aparecen algunos musgos en los nudos, no hay hojas caulinares en ninguna parte del tallo y la guadua adquiere su mayor grado de resistencia. Por el color blanquecino se les denominan "Guaduas Rucias" y generalmente se encuentran en el interior del guadual. Son las únicas guaduas que se pueden aprovechar.
  • Guadua Seca: no hay presencia de follaje y los tallos son de color ocre o amarillo pálido. No se deben dejar llegar los guaduales a ese estado por cuanto en él, los tallos pierden su resistencia y además se está impidiendo la generación de chusquines o rebrotes.


 CORTE DE LA GUADUA (Ciclo de corte).

Es el tiempo transcurrido entre dos aprovechamientos sucesivos sobre un mismo bosque. Este depende de la posibilidad del guadual. Lo primordial para el corte de una guadua es tener en cuenta los cambios de luna por eso es recomendable cortarla en luna menguante ya que esta ejerce presión sobre el agua llevándola hasta su raíz y así esta la guadua en mejor condición para su aprovechamiento. También debemos tener en cuenta las manchitas blancas que les aparecen desde arriba hasta abajo.

PosibilidadEs el volumen o número de guaduas que se pueden aprovechar en un periodo determinado buscándose asegurar el máximo rendimiento sostenible. La posibilidad depende del producto deseado, de la composición estructural, de la dinámica en la regeneración natural, del turno, del tiempo de pausa y del área a aprovechar.


TÉCNICAS PARA UN BUEN APROVECHAMIENTO

Un  buen aprovechamiento se logra desde la extracción de cualquier cantidad de tallos de un guadual, es indispensable obtener la licencia de aprovechamiento y tener en cuenta que los aprovechamientos deben estar supervisados por profesionales competentes.

Una vez conocidas las fases de desarrollo del guadual se procede a realizar muestreos, donde se contabiliza el número de individuos (tallos) por cada fase de desarrollo. Esta labor se efectúa a través de parcelas de muestreo de 10m x 10m x 10m en cuadro.
El número de tallos a entresacar está sujeto a estudios técnicos que determinen la intensidad o índice de corte.
El aprovechamiento de los tallos debe estar dirigido a los maduros, pero dentro de esta fase se deben seleccionar los más avanzados, analizando las características ya mencionadas.
Conociendo el número de guaduas maduras o "hechas" por hectárea, se puede extraer un porcentaje de este tipo de guaduas. El índice de aprovechamiento generalmente es del 35% de guaduas maduras. Aprovechamientos mayores implican desbalances fisiológicos del guadual y susceptibilidad a volcamientos de rebrotes y guaduas jóvenes ocasionados por borrascas, vientos fuertes, vendavales y tempestades.
La entresaca debe hacerse uniformemente en toda el área del guadual y los cortes de los tallos deben realizarse a la altura del primer o segundo nudo y a ras. Se deben evitar los cortes que dejan una concavidad o "pocillo", la cual favorece depósitos de agua que ocasionan pudriciones de la planta.
Se deben cortar todos los tallos enfermos, secos en pie o secos partidos. La copa con sus ramas y demás partes no utilizables de la guadua se deben repicar y esparcir uniformemente dentro del guadual, pues su descomposición genera materia orgánica. Cuando la intervención se hace cerca de corrientes o depósitos de agua, debe evitarse arrojar desechos que obstaculicen su libre curso.
El corte de los tallos al amanecer entre las 3.00 y las 5.00 y en menguante, implica obtenerlos con menor contenido de humedad y menores concentraciones de carbohidratos, por lo tanto más resistentes a los ataques de insectos y hongos. Todos los tallos cortados en cualquier fase lunar, se deben dejar dentro del guadual en posición vertical aproximadamente de 20 a 30 días, luego se secan preferiblemente a la sombra.
Los cortes de los tallos se deben hacer a ras del primero o segundo nudo evitando espacios huecos en el tocón que favorezcan depósitos de agua y consecuente pudrición del rizoma.


No hay comentarios:

Publicar un comentario